sábado, 25 de junio de 2011

SHABAT: Acabó la Obra


La primera mención del día de reposo (heb. Shabat) está en Génesis.
(Génesis 2:1-3)  Y fueron acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.  (2)  Y acabó Dios en el séptimo día su obra que había hecho, y reposó (heb. Shabat) en el séptimo día de toda su obra que había hecho.  (3)  Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó (heb. Shabat) de toda su obra que Dios había creado y hecho.

Luego de haber creado todo, el Señor “reposó”.  ¿Acaso esto quiere decir que Él estaba cansado?  Sabemos que no es así, ya que Dios no se cansa. 
(Isaías 40:26-31)  Alzad a lo alto vuestros ojos y ved quién ha creado estos astros : el que hace salir en orden a su ejército, y a todos llama por su nombre. Por la grandeza de su fuerza y la fortaleza de su poder no falta ni uno.  (27)  ¿Por qué dices, Jacob, y afirmas, Israel: Escondido está mi camino del SEÑOR, y mi derecho pasa inadvertido a mi Dios?  (28)  ¿Acaso no lo sabes? ¿Es que no lo has oído? El Dios eterno, el SEÑOR, el creador de los confines de la tierra no se fatiga ni se cansa. Su entendimiento es inescrutable.  (29)  El da fuerzas al fatigado, y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor.  (30)  Aun los mancebos se fatigan y se cansan, y los jóvenes tropiezan y vacilan,  (31)  pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.

Dios no reposó porque estuviera cansado, sino porque la obra que se propuso hacer ya estaba completa.  Ya no había nada más que agregar.  Todo estaba perfecto tal como lo había hecho. 

La obra “completa” de Dios va más allá de lo que nos imaginamos.  Dios no sólo acabó de crear lo pasado, sino que también el futuro.  ¿Cómo se sabe esto?  Porque lo que Dios comienza, lo termina. 

Tal vez a nosotros nos cueste entender esto, porque estamos limitados por el tiempo, pero Dios no lo está.  Él trasciende el tiempo, y todo lo que hace es eterno.  Para Él, el futuro ya está hecho.  

No es casualidad que en la Biblia hay un gran paralelo entre Génesis y Apocalipsis.  Donde comenzamos, allí terminamos.  Desde el principio, Dios no sólo creó lo que era en ese momento, sino también lo que será.    Por eso, cuando acabó Su obra, Él reposó.  No había nada más que hacer.  Todo estaba hecho.  Desde el principio, Dios diseñó el final de los tiempos, y todo lo que sucede en medio. 
Dios no se ha desentendido del mundo.  Él está en control de todo.  Qué tranquilidad debería traernos saber que Dios hizo su obra perfecta, y que la terminará.  ¿Qué mejor reposo podemos tener sabiendo que Dios está en control? 
(Salmo 138:8)  El SEÑOR cumplirá su propósito en mí; eterna, oh SEÑOR, es tu misericordia; no abandones las obras de tus manos.

(Filipenses 1:6)  …estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.

DÍA BENDITO Y SANTIFICADO
Desde esa primera semana de la creación, Dios bendijo el séptimo día y lo santificó (Gen. 2:3). 

Es un día bendito, el más especial de la semana.  En hebreo, este es el único día que tiene nombre: “Shabat” (lit. reposo, descanso).  Los demás días se les conoce por su número: día uno (domingo), día dos (lunes), etc.

Dios también santificó el Shabat, es decir, lo apartó para un uso especial. ¿Para qué apartamos el séptimo día?  Es un día que Dios escogió para conectar con sus hijos.  Es una cita que Él hizo con nosotros.  Es un día de puertas abiertas que conectan la Tierra con el Cielo (Eze. 46:1).  ¿Quién no quisiera asistir a tan privilegiada invitación? 

Luego de hacer nuestro trabajo toda la semana, debemos detenernos y recordar que Dios está en control de todo.  Aunque las cosas no parezcan ir tan perfectas como nos gustarían, debemos tener paciencia y fe en Dios, pues Él ya acabó la obra.  Lo que Él comenzó a hacer en el principio, lo terminará. 

¡Qué reposo saber esto!

SU OBRA ESTÁ CONSUMADA
Otra ocasión en la que la Biblia menciona que Dios acabó su obra fue cuando Jesús dijo: “Consumado es” (Juan 19:30).  En la cruz, Él terminó Su obra de Redención.

(1 Pedro 1:18-20)  sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata,  (19)  sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo.  (20)  Porque El estaba preparado desde antes de la fundación del mundo, pero se ha manifestado en estos últimos tiempos por amor a vosotros. 

En el Shabat reposamos gracias a que Dios está en control.  Detengámonos de nuestra labor y reconozcamos quién hace la obra.  Démosle gracias.  Reposemos sabiendo que Dios está en control de todo, pues Él acabó la obra desde el principio hasta el fin. 
¡Shabat Shalom!

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